Un estudio realizado en 2009 por el Consejo Centroamericano de Protección al Consumidor arrojó que El Salvador es el segundo país con los precios más caros de la región. El acceso a los medicamentos se ha vuelto un “lujo” para la mayor parte de la población; pagar tratamientos para enfermedades como la diabetes, el cáncer… es imposible. Además, el Sistema Nacional de Salud Pública y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social presentan escasez de medicamentos, lo que obliga a la población a recurrir a localidades privadas, donde los medicamentos cuestan “un ojo de la cara”. La salud, un derecho fundamental, parece estar secuestrado por los que se lucran de las enfermedades de las personas y, aún estamos a la espera de una Ley que lo garantice ¿Dónde está el Estado de Bienestar?